jueves, 27 de noviembre de 2014

GP ABU DHABI 21-23 Noviembre



Una vez más y después de más de seis meses dando vueltas por el mundo llegamos al último GP de la temporada, donde se iba a decidir en la última carrera el título de campeón del mundo. Todo apuntaba a que iba a ser una semana especial, como así fue por un montón de circunstancias que se dieron.

Ya en el aeropuerto de salida en Bilbao comenzaron las odiseas que íbamos a sufrir todos con las líneas aéreas. Al ir a facturar al mostrador de Iberia el personal de tierra me dice que no puedo embarcar mi equipaje hasta destino y que tengo que recogerlo en Madrid y volverlo a facturar. Le indico que no, que es billete único y que tiene que ir a destino, pero como ya he comentado en ocasiones anteriores, el personal de tierra de Iberia del aeropuerto de Bilbao es además de bastante incompetente, bastante maleducado y después de discutir un tiempo me doy por vencido y como tengo una escala más o menos amplia decido refacturar, eso sí dando antes un buen palo vía twitter a la compañía quienes en menos de cinco minutos se ponen en contacto conmigo para que les explique lo sucedido y me ofrecen una ayuda que ya llega tarde. 

Cojo más de sesenta vuelos al año y con diferencia el aeropuerto donde más pegas ponen siempre es el de Bilbao, siempre hay algo que no les cuadra y el 80% de las ocasiones no tienen razón. En breve llegaran a las posiciones altas del ranking de peores aeropuertos del mundo. Creo que no les vendría nada mal una auditoría para ver la valoración de los viajeros y además así verían de primera mano el trato que el personal de tierra dispensa a los viajeros.

Esta no iba a ser la única odisea con compañías aéreas como más tarde veremos.

El siguiente trayecto no tuvo excesivos problemas y conseguimos llegar a Abu Dhabi al día siguiente después de más de veintiún horas de viaje. Directos a comer para recargar fuerzas y comenzar con la actividad cotidiana en los circuitos.
Este GP ha sido uno de los que más celebraciones delante de una mesa hemos tenido. Hemos hecho las cenas habituales y le hemos añadido el cumpleaños de nuestra compañera Silvia, una cena para hacer una valoración de la temporada con los responsables de MovistarTV, cena de despedida con los treinta y cinco miembros desplazados a los circuitos, alguna cena con otra gente del paddok etc. Lo que ha hecho que pasemos bastante tiempo juntos a modo de despedida, donde ha habido de todo; risas, recuerdos de anécdotas, confidencias, bromas y alguna que otra lagrima.
Pero no todo han sido celebraciones, también tocaba trabajar y a diferencia de Brasil de donde veníamos de sufrir bastante, aquí en Abu Dhabi las instalaciones ayudaban a hacer cosas bonitas y resultaba el trabajo más sencillo. El único hándicap con el que nos encontramos  era la temperatura, ya que al estar en el desierto el calor era sofocante y nos obligaba a estar hidratándonos constantemente. Esto hizo que se diesen anécdotas del tipo de tener que meter por una puerta simple una nevera doble, a la que le costo llegar ya que en un principio no había, luego la conseguimos por otro lado y no paso el filtro de la entrada al tvcompound, después nos lo permitieron pero no entraba y después de hacer mil maniobras conseguimos que entrase y así tener bebida fría toda la semana.
Y como no, desde realización nos iban poniendo retos para terminar la temporada en todo lo alto. Alguno de ellos que hace unas carreras era de los más complicados se ha convertido en rutinario y con un mail de solicitud y una reunión con la persona indicada se podía llevar a cabo. Otros como los de conseguir unas imágenes de las que no disponíamos se lograban gracias a la antigüedad o más bien veteranía que como en todos los casos siempre es un grado. Conocer a la persona adecuada y que te conozcan siempre es muy importante.
También se notaba que era final de temporada y todo el mundo estaba mucho más distendido y salvo momentos puntuales todo eran facilidades, risas y bromas. He de agradecer la amabilidad de McLaren esta carrera ya que en una ocasión tomamos literalmente la terraza de su hospitality y desde su departamento de prensa no solo pusieron mala cara sino que nos ayudaron. 

El ambiente relajado también se notaba en el paddok, veías a la gente sonreír, nos íbamos preguntando por nuestro futuro, de algunos te despedías hasta pronto, a otros les deseabas suerte en sus nuevos proyectos, a otros les animabas en su incertidumbre. Aprovechabas para agradecer a la gente sus colaboraciones y/o favores. 

También pasaba que en cuanto te descuidabas un poco podías ser victima de algunas de las bromas que se iban sucediendo. En esta ocasión los “chicos malos” del paddok fueron los integrantes del equipo Lotus, quienes con una caña de pescar y una culebra de plástico hicieron que más de uno tuviesen que pegar un salto y se llevasen un buen susto. Todo de muy buen rollo.
También nosotros aprovechamos para hacernos un montón de fotos con los que hemos estado durante al año haciendo las distintas partes que componen nuestro programa. Por ejemplo el equipo que grabábamos todos los circuitos el comentario técnico de la vuelta al circuito.  Estas vueltas a los circuitos me han servido para poder verlos de otra manera y conocer aspectos técnicos de primera mano de un piloto y de un director de equipo. Es impresionante la de cosas que se pueden aprender.
Pero sin duda alguna el meollo de esta carrera iba a estar una vez terminase la última carrera y supiésemos quien se proclamaba campeón del mundo este año. Aquí comenzaba una guerra despiadada por obtener las mejores imágenes, las mejores declaraciones, las imágenes que nadie ve, y estar en el sitio justo en el momento adecuado.
Ya desde cinco vueltas antes de que terminase la carrera estábamos una enorme cantidad de gente esperando a que nos abriesen la puerta para como toros salir en manada a obtener “la imagen” de la jornada. Te encontrabas al típico fótero que te decía que ahí no podías estar, los que ya empezaban a calentar metiendo el codo, y los nervios típicos. Aquí todo vale y devoras o te devoran así que te haces fuerte en un sitio y a por tu objetivo.
En nuestro caso gracias al gran despliegue que teníamos pudimos estar en varios sitios a la vez y creo que pudimos mostrar todo lo que sucedió en el podium, en las celebraciones, en algún que otro funeral que se dio, obtener declaraciones de gran parte de los protagonistas y realizar un gran trabajo.
La gran celebración fue la de Mercedes quienes obtuvieron el título de constructores y el de pilotos con Lewis Hamilton además del subcampeonato con Nico Rosberg. Pudimos vivir la celebración desde dentro del garaje del equipo hablando con los protagonistas. He de reconocer que desde el equipo nos facilitaron mucho el trabajo y no nos pusieron pegas para movernos dentro del box. Al principio a una parte de nuestro equipo no le permitieron entrar pero hablar con la persona adecuada nos permitió tener hasta tres cámaras dentro de la celebración.
 
También estuvimos presentes en la despedida de Fernando Alonso de los integrantes de la scuderia Ferrari. Aquí no había tanta fiesta, más bien todo lo contrario pero el asturiano recibió el merecido homenaje de su equipo y el equipo recibió las alabanzas del piloto.
Aún recuerdo la primera celebración de este tipo que viví junto a mi compañero Alvarito, donde entre los dos tuvimos que “pegarnos” con todas as adversidades que se nos iban dando. Hoy ya la he podido vivir de una manera un poco más normal y aunque mi amigo Alvarito estaba con otra empresa ha habido algún momento que hemos compartido y a pesar de que él era quien tenía la exclusiva de ciertos acontecimientos hemos podido compartirlo siempre respetándonos cada uno nuestro momento.

Y así terminó deportivamente la temporada 2014 de F1, mi tercera temporada. Quien me lo iba a decir a mí hace unos años.

Pero en todas las temporadas siempre hay algún viaje que se complica más de lo esperado y da pie a la aventura de la temporada. Mi primer viaje ya fue un poco especial ya que para llegar a China aparecí en Seoul y de ahí llegue a mi destino final. Pero lo cierto es que no fue demasiada aventura. La verdadera se dio cuando pensaba que todo estaba hecho y que es regreso a casa iba a ser de lo más placentero.

Nunca puedes bajar la guardia porque Murphy tiene siempre el arma cargada para aparecer cuando menos lo esperas, y así sucedió.

Después de la dura jornada de trabajo del domingo llegamos al hotel y cinco horas después partíamos al aeropuerto para ir a casa. Hacer la maleta, recoger las cosas, dormir un ratito, ducha y al aeropuerto a coger un avión y poder dormir todo el trayecto.

Llegamos al aeropuerto y ya desde el principio se vio que todo iba a salir mal. En el trayecto en coche había una densa niebla que hacia difícil la conducción. Llegados al aeropuerto no había ni una sola indicación de donde estaba el parking de devolución de coches de alquiler. Unos pequeños carteles casi imposibles de ver hicieron que tuviésemos que dar alguna vuelta más de la necesaria.

Mientras unos dejábamos los coches, otros iba a aduanas a pasar el control del material que llevábamos, y de ahí a sacar la tarjeta de embarque de nuestro vuelo que nos llevaría a Madrid vía Roma con Alitalia, rápidamente ya que nos habían dicho que el vuelo tenía overbooking y no nos queríamos quedar en tierra. Una parte del equipo sacó sus tarjetas de embarque sin problemas pero cuando nos toco el turno a algunos de los que faltábamos nos dijeron que se acababa de cerrar el embarque porque el vuelo tenía demora y no nos daban tarjetas de embarque. Que volviésemos pasada una hora y ya nos informarían. 

Ya nos pareció sospechoso pero de allí no nos movimos. Eso a pesar de que nos insistían que desalojásemos el mostrador cosa que les dijimos que por supuesto no íbamos a hacer. Así que se empezaron a poner nerviosos, pero nosotros de allí no nos movíamos hasta que supiésemos que estaba pasando. Más raro aún resultó cuando pasado un rato insistían en que desalojásemos y allí se empezó a acumular gente. De repente empezó a aparecer gente con aguas y zumos lo que ya nos dio que pensar que aquello no era un simple retraso, que era algo más.

Como se empezaba a acumular mucha gente y no se sentían nada cómodos con el tumulto que se estaba formando decidieron abrir el mostrador de facturación y darnos tarjetas de embarque diciendo que el vuelo sufría un retraso de dos horas pero que saldría. Allí ya vimos que nuestro siguiente enlace de Roma a Madrid lo perdíamos y empezamos a hacer planes (optimistas visto lo visto) de donde cenar esa noche en Roma, el Trastevere era el sitio escogido.

El retraso se seguía acumulando y pasamos a que nos ofrecían desayuno gratis en los restaurantes de la terminal, lo que nos seguía haciendo pensar que aquello iba para largo. Los sitios empezaban a escasear y si pillabas una mesa no la soltabas por nada del mundo. Estábamos todos muy cansados y veíamos que aquello iba para largo.
El humor no lo perdíamos y teníamos claro que no te podías despistar ni un momento porque enseguida había alguno al que se le ocurría una maldad y mil cámaras de fotos dispuestas a reflejarlo.

Las horas pasaban y ya incluso nos ofrecían la comida gratis. Empezábamos a pensar que nuestra cena en el Trastevere empezaba a peligrar.

Nos habían indicado otro retraso hasta las 16:30 con lo cual yo decidí irme a comer algo. Y justo cuando iba a ponerme en la cola para pedir la comida me cruzo con uno de los jefes que me dice que le han informado que nuestro vuelo esta cancelado. Le digo que no, que está retrasado pero el dice que les han dicho que esta cancelado. Así que nos vamos a ver si alguien nos informa que esta pasando. Ya de primeras Alitalia no tiene mostrador en el aeropuerto y nos mandan al genérico de la terminal. Nos encontramos con una tía que nos intenta tomar el pelo diciéndonos que no pasa nada a lo que le decimos que un retraso de mas de cinco horas no es normal así que nos dice que llamemos por teléfono a la compañía y que nos informarán. Se empieza a notar el nerviosismo en la gente y nos vamos a un mostrador que nos indica la chica que nos emitió la tarjeta de embarque que vio que preguntábamos mucho y que respuestas genéricas no nos valían, así que cuando se vio un poco acorralada nos mando a pedir explicaciones a otro sitio. Fuimos al mostrador que nos había dicho y resulta que estaba dividido en tres así que nos dividimos uno en cada uno, y como no resultó que después de esperar un buen rato el nuestro era el otro. De nuevo a esperar cola hasta llegar a primera línea donde nos intentan despachar como al resto que nos precedía con un vuelva usted más tarde. Ya me empieza a cansar que me mareen y le digo que de allí no me muevo hasta tener una explicación y una solución. Insisten en que me mueva pero cuando ven que de allí no me muevo y los que están detrás mío empiezan a gritar, las llamadas de teléfono se multiplican. Pasado un rato me dicen que coja las tarjetas de embarque de nuestro equipo y los pasaportes y que vaya a la puerta tres que allí me darán una solución. 

Carrera hasta allí para ser el primero. Una vez en la puerta nos meten a todos en la zona de embarque con el objetivo de apartarnos del mostrador de información de la terminal donde ya empezaban a haber más que palabras. Y una vez allí vuelve la tomadura de pelo; que si no esta cancelado, que es un retraso, que el vuelo saldrá al día siguiente, que nos vayamos y volvamos al día siguiente, que nos dan comida gratis etc etc. Mi compañera Alex y yo nos empezamos a enfadar y les decimos que de allí no nos movemos hasta que nos digan que esta cancelado el vuelo, ya que si lo denominan demora  nos obliga a estar allí todo el día porque al igual que lo retrasan hasta el día siguiente lo pueden adelantar sin previo aviso y si no te encuentras en el aeropuerto has perdido el vuelo. Así que exigimos que nos digan que es una cancelación o nos den una solución. El nerviosismo de la gente va en aumento y ya empiezan los gritos, empujones y las descalificaciones. Aquello tiene muy mala pinta y lo peor de todo Alitalia no muestra el más mínimo interés en darle una solución coherente. Hasta el punto que nosotros contactamos con nuestra agencia de viajes de España y nos dicen que a ellos les sale que estamos en vuelo y a la hora de intentar contactar con Alitalia no les cogen el teléfono.
Nosotros seguimos exigiendo hablar con un responsable y al principio siguen dándonos largas pero al ver que no cedemos y que somos duros de pelar nos traen a un responsable para que nos ayude.

Le explicamos de buena manera lo que esta sucediendo y exigimos que nos den una solución inmediata. Al principio Robert, que así se llama el responsable, nos dice que no puede hacer nada, pero cuando le decimos que somos un grupo amplio y exigimos nuestros derechos empieza a hacer llamadas y nos ofrece reubicarnos en otros vuelos para poder salir de Abu Dhabi sin esperar al día siguiente.

Ya parece que empezamos a entendernos, pero los ánimos del resto de pasajeros siguen muy caldeados e incluso empiezan a haber altercados y aparece la policía. A nosotros nos ofrecen distintas alternativas y finalmente elegimos la que mejor nos parece. Unos saldrán a Barcelona esa misma tarde y nosotros volaremos a Madrid directamente desde Dubai a donde nos llevaran en un taxi y nos reubicaran en otra compañía, en Emirates.

Nosotros hemos conseguido nuestro objetivo, pero hay muchísima gente a la que le toman el pelo y les tienen tirados en el aeropuerto más de 24 horas. Así se las gasta Alitalia, una compañía muy poco seria y que no hace nada por sus pasajeros a no ser que sean unos tocapelotas como nosotros que sabemos nuestros derechos y los exigimos. En todas las horas que estuvimos allí no obtuvimos ninguna información oficial de la compañía, todo eran balones fuera y cortar las lineas de comunicación con la compañía. No funcionaban ni las líneas telefónicas, ni la web, ni twitter ni nada. La atención al cliente deja mucho que desear.

Tuvimos que esperar un rato más que nos dio para hacernos fotos de lo mas variadas que íbamos colgando en las redes sociales a modo de denuncia.
 
 
Nuestro periplo continuó hasta que gracias a Robert, la persona que solucionó nuestros problemas, llegamos a Dubai donde embarcamos con Emirates rumbo a Madrid.
 
Comparar Alitalia con Emirates es como comparar el infierno con el cielo. Con Alitalia eran todo problemas y malos modos. Con Emirates todo lo contrario. Mil facilidades. Nos ubicaron en los sitios que les pedimos, nos dieron salidas de emergencia en el avión, nuestro equipaje llego hasta el destino final sin complicaciones, y además gracias a los puntos acumulados que teníamos con su programa de puntos pudimos acceder a su Emirates lounge, donde nos trataron con todo lujo asiático. Pudimos cenar caliente, brindar con una copa de champagne después de toda la odisea, y dormir unas horitas hasta que llegó la hora de embarcar en nuestro vuelo.
 
 Nuestro último vuelo del año que nos llevaba a casa, donde aterrizábamos en mi caso 40 horas después de haber dejado el hotel de Abu Dhabi.

Y a pesar de toda la odisea conseguimos hacernos la foto de despedida final con estas caras de satisfacción.
Llegábamos así al final de la temporada. Temporada de debut para algunos y la tercera para mi. Completamente distinta a las anteriores y en la que me he encontrado muy a gusto con todo el equipo que hemos formado y que nos ha permitido pasar muy buenos momentos, reírnos mucho, conocer gente muy interesante, tener momentos de “tierra trágame”, pero en general con un balance más que positivo. Muy orgulloso del equipo y del trabajo que hemos realizado.

Ahora después de 157.180 kilómetros, 58 vuelos, 147 días fuera de casa y mas de 1373 horas de trabajo, toca llegar a casa y descansar. Coger fuerzas y en breve empezar a preparar la temporada que viene.

Espero que el próximo año sea al menos igual de interesante y productivo que ha sido este y que todos podamos dar un pasito más y poder seguir mostrando en MoviStar la Fórmula 1 como nunca antes la habías visto.

lunes, 10 de noviembre de 2014

GP Brasil 7-9 Noviembre


Ay ay ay!! Nosotros estamos también como Alonso, sin baterias.
Esta carrera la podemos denominar como la del agotamiento. Esa ha sido la tónica general de toda la familia de la F1. Uno de los comentarios más generalizados de todo el mundo era lo especialmente cansados que nos encontrábamos.
Lo cierto es que el final de temporada esta siendo duro y además este doblete USA-Brasil se nos está haciendo bastante cuesta arriba, pero busquemos el lado positivo a todo esto, ya solo nos queda una última carrera y podremos descansar tranquilamente con la satisfacción del trabajo realizado.
En el caso de parte del equipo de MovistarTV, el martes viajábamos desde Austin a Sao Paulo vía Houston. Un vuelo de diez horas que la gran mayoría lo hicimos dormidos ya que llegábamos a nuestro destino el miércoles a mediodía hora local y ya por la tarde teníamos que acercarnos al circuito de Interlagos a hacer la inspección previa y cada uno sus cometidos para ya al día siguiente meternos en faena con el directo.
 Como este circuito es especialmente viejo nos añade ciertas dificultades a la hora de trabajar, las distancias del Tvcompund al paddok y a las posiciones de comentaristas  son enormes y requiere estar pendiente de los shuttles que en la mayoría de las ocasiones no están cuando los necesitas por lo que tienes que recurrir a tus propias habilidades. Nosotros particularmente utilizamos una de nuestras furgonetas para los desplazamientos.
 Las infraestructuras son antiguas y bastante incomodas y a eso le añadimos que el fin de semana el minúsculo paddok se llena de invitados hace que sea una de las carreras más complicadas para trabajar. Yo llevo escuchando varios años que se va a proceder a una remodelación integral de las instalaciones, pero aún no se ha hecho nada. Este año se ha procedido al reasfaltado de la pista pero el resto del autodromo sigue igual. Este año se ha escuchado que quieren incluso hacer el primer paddok cubierto del campeonato pero lo cierto es que aún son unas instalaciones impropias de la F1. 
Ya el jueves entramos en faena y lo cierto es que no tuvimos ningún contratiempo especial lo mismo que el viernes. Se nota que al ser final de temporada todo esta un poco más rodado y hay pie a pocos contratiempos aunque eso si Murphy siempre está con el arma cargada para en cuanto te descuides liártela.
Lo más destacado de la jornada sucedió fuera de las horas de trabajo. Una vez terminada la jornada parte del equipo fuimos a cenar a una churrasquería cercana a nuestro hotel y cual fue la sorpresa cuando encontramos a Bernie Ecclestone saliendo del establecimiento, parecía que hacíamos una buena elección de restaurante. Una vez dentro encontramos a mas gente del paddok. Finalmente todos acabamos en los mismos sitios, en cualquier país del mundo siempre encuentras a gente conocida.
La cena fue realmente espectacular, una orgia de comida de todo tipo; un buffet de entrantes, verduras, sushi, ensaladas. A continuación te llevaban a la mesa otros aperitivos calientes y todas las variedades de carne hechas a la parrilla. Encontrabas desde corazón, falda, solomillo, costilla etc etc. Mención aparte merece la Picanha que era la estrella de las carnes. Todo bien regado por vino y como postre una caipirinha. Y después de semejante atracón había que irse a dormir por que el sábado es el primero de los días cruciales del fin de semana. A algunos les costó más que a otros dormir, pero el denominador común fue que al día siguiente teníamos un empacho de los de recordar, yo por ejemplo no pude meter nada sólido en el cuerpo en toda la jornada.
Así fue el sábado un día de los duros. Entre el mal cuerpo que teníamos, la constante amenaza de lluvia, el calor y la insoportable humedad se creó el coctel perfecto para que intentásemos pasar el día economizando fuerzas. No pasó nada digno de destacar porque ninguno de nosotros podía hacer un sobreesfuerzo.
Y el domingo parecido. Habíamos hecho todos una buena terapia de sueño la noche anterior y quien mas quien menos consiguió dormir sus ocho horitas y poder recargar un poco el kers para el ultimo día.  Domingo en el que tampoco pasó nada destacable, solo contábamos las horas para terminar y coger el vuelo que nos devolviera a nuestra casa después de dos duras semanas de trabajo. Semana que aprovecharemos para desconectar y concienciarnos que esto se esta terminando. Solo nos quedará Abu Dhabi donde se decidirá el campeón de este año en una lucha entre dos miembros de la misma escudería Lewis Hamilton y Nico Rosberg. Siendo el británico un poco mas favorito por la diferencia de puntos que lleva con su compañero, pero como esto es Formula 1 cualquier cosa puede pasar, desde que impere la lógica y gane Lewis, hasta que sucedan cosas fuera del guión que haga que la victoria sea para el alemán. En la rueda de prensa de pilotos después de esta carrera le preguntaban a Nico que debía pasar para que se proclamase campeón ya que tiene que ganar y esperar que Lewis quede al menos tercero, y apelaba al tercero de esta carrera brasileña Felipe Massa le echase una mano y se colase entre los dos pilotos de Mercedes. Supongo que la estrategia será no hacer una carrera muy rápida y escaparse y esperar que haya lucha en cabeza para intentar meter algún piloto entre medio para que se de la carambola necesaria.
Pero todo esto son especulaciones, de momento todo empaquetado para Abu Dhabi, nosotros menos de una semanita a casa y volaremos a la última prueba del campeonato donde tendremos muchísimo trabajo ya que después de 18 carreras, centenas de miles de kilómetros recorridos, y cantidad de países y continentes recorridos, todo se decidirá en poco más de 300 kilómetros en una hora y media del próximo domingo 23 de Noviembre.

martes, 4 de noviembre de 2014

GP AUSTIN – USA 30 Oct – 02 Nov

Después del paron de un par de semanas de merecido descanso cambiábamos de continente y pasábamos a  America, más concretamente a Austin, Texas. Visitábamos el Circuito de las Américas, nuevo para mi ya que en mis dos años anteriores de F1 este circuito no se encontraba en el calendario.
Se puede decir que esta semana ha sido al menos diferente al resto. Volábamos el lunes; en mi caso mi trayecto era Eibar-Madrid-Nueva York-Austin, un viaje que me llevaría 24 horas exactas de desplazamiento, por lo que llegué a EEUU agotado de cansancio. Otra parte del equipo hicieron un trayecto distinto, pero todos llegamos a la misma hora al aeropuerto de Austin, bueno no todos ya que los dos cámaras ENG (Toni y Alberto) además de Alex perdieron su ultima conexión ya que al entrar en tierras estadounidenses tuvieron que pasar el cuaderno ATA de las cámaras con las que viajaban lo que hizo que perdiesen su vuelo. Lo bueno fue que les metieron en el siguiente y no llegaron demasiado tarde.
La única anécdota destacable en mi vuelo fue que al llegar al JFK y pasar el control de pasaportes me volvieron a meter en el cuartillo de la policía de aduanas ya que tengo el pasaporte tan gastado que no se distingue de que país es, lo que al agente le resultó raro. Así que me toco pasar al cuartillo y allí esta vez la gestión fue rápida ya que al ver mi visa de entrada en USA y ver que todo estaba correcto me dejaron pasar sin mayores problemas.
Una vez llegado al hotel fuimos a cenar a un típico sitio americano donde encargamos la primera de las hamburguesas de este periplo. Ha sido el viaje con más Fast food de los últimos años y la verdad es que mediada la semana ya estábamos aborreciendo la carne e intentábamos alimentarnos de otras cosas, pero aquí es ciertamente complicado.
De la cena al hotel a intentar dormir porque con el jet lag ya presumíamos que la noche iba a ser larga, como finalmente sucedió. En mi caso me desperté como cinco o seis veces pero al final logre dormir una cantidad de horas suficientes para que mi cuerpo cargase energías.
El martes en teoría era día de relax y aclimatación para todo el mundo. En teoría porque no fue así para nuestros dos eng que tuvieron que grabar un reportaje de ambiente de la ciudad que se fue totalmente de madre por el contenido. Lo que tenia que ser un reportaje de un minutito terminó por ser dos jornadas de grabación con localizaciones muy lejanas para un video de mas de tres minutos, algo que no estaba para nada previsto y que enrareció el ambiente para el resto de las jornadas.
Una vez puesta en marcha la logística para ese repor, el resto de equipo que no teníamos nada que hacer nos fuimos a un famosísimo centro comercial en S. Marcos. Íbamos ya con premeditación y alevosía porque sabíamos lo que había y en mi caso por ejemplo había dejado todas las compras de temporada para esta semana ya que aquí los precios están más baratos que en España y además el cambio Euro-Dólar lo hace aún más ventajoso. Total que allí fuimos a gastar como si no hubiese un mañana. Aun recuerdo mi frase de “yo no quiero pasar el día en el mall” que me la tuve que tragar porque finalmente pasamos el día entero allí. Y en mi caso únicamente fui aquel día pero hubo gente que repitió hasta en tres ocasiones. Las tarjetas de crédito aún están temblando.
El siguiente día, miércoles, ya tocaba ir al circuito; a conocer las instalaciones, ver que todo estaba montado y funcionando y poco más. También se dijo la frase de “ir un par de horitas y vuelta al hotel”. Nuevamente pasamos el día entero allí. Esta claro que eso de calcular los tiempos no se nos da demasiado bien.
A mediodía salimos a comer a un sitio que todo el mundo nos recomendaba y que ciertamente era lo único que había en los alrededores, el “Bubas” un sitio de hamburguesas típico de película americana en una gasolinera, con serpientes disecadas y una decoración digna de decorado de peli del oeste. Allí fuimos a comer otra hamburguesa más que estaban muy buenas pero que en mi caso y en el de algún otro nos hizo que nos repitiese durante todo el día y parte del siguiente.
Jueves: Ya comenzaba la actividad real en el circuito. Primeras reuniones, grabaciones, actos y carreras de un lado para el otro. Todo con relativo orden. Lo más destacado fue la grabación que hicimos parte del equipo de operaciones con Joan Villadelprat y Dani Clos, que nos daban sus apreciaciones técnicas de lo que podía pasar en pista durante el fin de semana.
Viernes: En lo relativo a la actividad en el circuito fue un día como otro viernes cualquiera. Bastante pesado para todos. Entre que llegamos muy temprano y que la actividad en pista del día no tiene mayor trascendencia suele ser muy aburrido y pesado para todos. Un día que hay que intentar llevar con la mayor dignidad posible y economizando energías para el fin de semana que es cuando suele ser lo difícil.
Pero este viernes fue distinto a lo habitual porque se celebraba Halloween, fiesta típica norteamericana. Todos teníamos intriga por como sería la noche porque nos habían creado unas expectativas bastante altas. Así que divididos en diferentes grupos nos acercamos al centro de la ciudad, a la 6th que es donde está el ambiente nocturno de Austin. Y una vez que llegamos allí alucinamos con lo que veíamos. Inmensas cantidades de gente por la calle todos disfrazados, sin ningún tipo de pudor ni ridículo. Una calle enormemente larga y totalmente colapsada de gente. Y lo mejor de todo en un ambiente de lo más sano y distendido que te puedas imaginar. No vimos si una sola bronca en lo que estuvimos en la fiesta y eso que al día siguiente nos dijeron que nos habíamos concentrado doscientas mil personas en esa calle. La verdad digno de destacar.
En nuestro caso nos llevamos una graciosa sorpresa porque parte del equipo técnico se había adelantado y habían buscado un sport bar para cenar. Otro grupo llegamos más tarde y cuando entramos en el bar les buscábamos y no les encontrábamos. Hasta que pasó un rato en el que se estuvieron riendo de nosotros porque nos estaban vacilando y no nos enterábamos. Resulta que alguien había caído en las fechas y se había traído disfraces para todos ellos y claro no nos esperábamos encontrárnoslos disfrazados. Nos reímos un rato cuando les descubrimos y vimos como iban caracterizados, ciertamente son un equipo MUY grande tanto a nivel laboral como personal. 
 Después hubo de nuevo división y nosotros terminamos en un bar ruso que no tenia absolutamente nada que ver con la Rusia que habíamos conocido tres semanas atrás donde todo eran malos modos y mal carácter, este bar ruso en Austin fue una experiencia muy grata con la gente divirtiéndose y un DJ que amenizaba la fiesta con una música muy buena. Pero había que retirarse temprano porque al día siguiente a las 06am tocaba ponerse en pie y el sábado iba a ser muy duro.
Sábado: Las jornadas sabatinas son largas y cansadas porque ya llevas mucho tiempo y cansancio acumulado y además es cuando se empieza a poner interesante deportivamente hablando, ya que la qualfying es muy importante de cara a la carrera. Este día hay que estar ya al 100% porque además de la actividad en pista suele haber reportajes que terminar y preparar cosas de cara a la definitiva jornada del domingo, lo que hace que estés todo el día atareado y la jornada se pase rapidísimamente.
Así fue este sábado también, todo el día ocupados y cuando te quieres dar cuenta ya es bien entrada la tarde y hay que volver al hotel. Aunque en esta ocasión hubo quien hicimos algo diferente.
A mi me suele gustar dar una vuelta caminando a la pista para verla en directo y poder apreciar matices que lamentablemente no se puedes mostrar en tv, como pueden ser los desniveles, algunas curvas, pianos, asfalto etc etc. He hecho todas las pistas del campeonato andando, en bici y en coche. Pero esta de Austin era una de las que me faltaba así que aproveche a dar la vuelta apoyando un acto benéfico que suele haber en algunos circuitos. Se llama “Run the track” y no es más que como la gente tiene la costumbre de salir a correr por la pista una ONG aprovecha para organizar un acto benéfico a favor de “enfermedades raras” y por cada persona que da una vuelta al circuito se hace una donación a esta ONG. En mi caso la dí caminando con cierto ritmo, hay gente que la hizo en bici o en patines; y aproveche para conocer la pista y que esta organización recaudase otro donativo más.
Domingo: El día D del fin de semana. En cuanto a labores de producción suele ser bastante tranquilo a no ser que te vengan con algún que otro reto. 
 El día estaba siendo bastante tranquilo, me dio tiempo a ir a visitar a una amiga para que me diese algo “sano” de comer porque estaba saturado de carne y comida Tex-mex y además tenía un ataque de migraña que amenazaba con paralizarme. Así que fui a pedir algo de caridad y poder así tomarme la pastilla.
Luego pequeños encargos de unos y de otros y citaciones con los invitados al programa de María. Todo más o menos normal hasta que nuestro realizador Albert Palau vino con uno de esos retos de nota. Dado que las vistas en el paddok eran desalentadoras con un trasiego de cajas, carretillas, gente cargando y descargando etc etc. Nos inquirió la posibilidad de volver a la torre del circuito donde habíamos comenzado el fin de semana para terminar allí de nuevo con el programa de María. Uno de esos retos que te dejan descolocados sobre todo cuando estas a poco mas de dos horas para comenzar. Así que nos tocó solicitar los permisos oportunos contrarreloj y desplazar toda la infraestructura técnica y humana a la torre que no está precisamente cerca de donde nos encontrábamos.
 Fueron un par de horas de autentica locura, incumpliendo algunas de las normas de FOM, pegado a un telefono y a un walkie talkie, solapando dos programas simultáneos compartiendo infraestructura técnica y humana, pidiendo favores a otros broadcasters, etc etc. 
Lo bueno de todo esto es que aunque hubo momentos en los que se mascó la tragedia de no tener ni un programa ni el otro, conseguimos salir adelante y hacer el programa con todos los invitados previstos en la torre del circuito a algo mas de 60mts de altura, con unas vistas impresionantes del circuito y los alrededores y en un mirador con el suelo de cristal, que a alguno de nuestros invitados no le hacia excesiva gracia mirar para abajo ya que ciertamente impresionaba un poco. Si a eso le sumas que el mirador seguía abierto al publico, que soplaba un fuerte viento que movía un poco la torre, la temperatura bajaba rápidamente y unas cuantas circunstancias más el resultado fue ciertamente bueno y aprobamos todos el examen con muy buena nota como así nos lo reconoció nuestro realizador Alber Palau.
 Y como nota irónica alguien decía que lo peor de todo es que habíamos salido y muy bien así que los retos iban a ser cada vez mayores. Menos mal que solo quedan dos carreras para terminar esta temporada.   ;-)
De momento nos vamos seguidos a Brasil donde las dificultades vienen por si solas, así que no es necesario añadirle agente externos. A ver que tal se nos da y si cuando termine el próximo fin de semana también podemos decir que todo ha salido bien y no ha habido percances ni incidentes. Eso será la semana que viene.

PD: El lunes fue un día off en Austin que cada uno lo aprovechó para sus cositas. Algunos volvieron al mall a S. Marcos y en mi caso me fuí a visitar la ciudad.
Una  de las visitas que hice fue al Capitolio de Texas que tiene ciertamente una historia interesante.

domingo, 19 de octubre de 2014

GP SOCHI – RUSSIA 10-12 Octubre 2014


Por primera vez en la historia moderna la Fórmula 1 llegaba a Rusia más concretamente a Sochi lugar donde pocos meses antes se han disputado los últimos JJOO de invierno.
Toda la familia de la F1 volábamos aún traspuestos por el terrible accidente de Jules Bianchi en Japón. 
 En nuestro caso viajábamos de Tokyo a Sochi vía Moscu en un largo viaje de diez horas y desde allí otra hora y media hasta Sochi, donde llegábamos a última hora del día. El vuelo estaba prácticamente formado por personal de F1, viajábamos gente de las teles, pilotos, ingenieros de equipos, directores de scuderia y un largo etcétera. Recordaba con algún compañero la gran diferencia de este vuelo con otros en los que hemos viajado que también estaba compuesto en su gran mayoría por gente de los medios. Este vuelo fue muy tranquilo casi casi ejemplar, pudimos leer, ver alguna peli, dormir un rato…. Recordábamos otros vuelos charter de alguna federación deportiva en los que la mala educación es lo predominante. Desde no dejar descansar al que quiere, malos modos con la tripulación, alcohol en exceso etc etc. Aún recuerdo mi último viaje de ese tipo en el que un “querido fotero” sobrepasado por todo tipo de sustancias se empeño en no dejar dormir al personal. Para más mala suerte mía me toco justo en el asiento de detrás mío e hizo que mi paciencia se terminase y en un momento dado me girase y con los ojos inyectados en sangre le amenazase con partirle sus extremidades si volvía a dar un golpe a mi asiento. Tan mala leche me debieron de ver que sus propios compañeros de medio que se lo llevaron a otra parte del avión donde siguió dando el coñazo. Desde luego que no hecho nada de menos viajar en esos vuelos. 
 Cuando aterrizamos en Rusia procedimos a lo habitual, recogida de equipaje, divisa y alquiler de coche. En esta ocasión lo hacíamos a través de una agencia de viajes que nos proporcionaba los coches. Ya días antes habíamos solicitado GPS y nos decían que no tenían así que tuvimos que comprarlos nosotros mismos. Luego a la hora de la recogida del coche nos hicieron firmar unos documentos en ruso sin ninguna traducción a otro idioma que no daba nada de buena espina, más viendo que los coches tenían una pinta sospechosa, parecían utilitarios normales que nos los alquilaban esa semana. Algunas matriculas estaban puestas con bridas, en la guantera había CD de música local, olían a tabaco, vamos que distaban mucho de ser el típico coche de alquiler de las agencias habituales.
Esto que parecía un detalle insignificante nos vino a indicar como era la realidad de este país.
Así llegamos al hotel cuyas instalaciones estaban bien, eran nuevas y estaban limpias daban buena espina hasta que intentabas conseguir cualquier cosa del personal del hotel. No se si en alguna ocasión me ha tocado un personal tan desagradable como el de este hotel. Parecía que les molestaba nuestra presencia porque todo eran malas caras y malos modos. Cuando llegabas al desayuno y después de esperar un rato al ver que  no aparecía nadie te sentabas y cuando llegaba la persona responsable del comedor te echaba una bronca sin venir a cuento. Pedías algo que ya estaba agotado o casi y te miraban con mala cara y se ponían a refunfuñar.
Otro día después de llegar de trabajar intentamos pedir algo de cena en el bar del hotel y la camarera de turno se empeño en jugar al juego del gato y el ratón. Iba a la barra a pedir y ella se iba a la otra esquina de la barra. Te acercabas donde estaba ella y se volvía a escapar y así hasta que te cansabas te cagabas en lo más barrido y le tirabas la carta a la barra, con lo cual te ibas a dormir sin cenar y cabreado. O la vez en que pedías la cena, no te servían todo y te lo cobraban y tenias que volver a discutir con ellos.
No se si todos los hoteles de Sochi son así pero el nuestro era desesperante. En mi caso algún día no cené y en otras ocasiones salimos al pueblo más cercano Adler a cenar. Un día fuimos a un sitio donde nos atendió una camarera que hablaba algo de inglés y nos tradujo la carta haciendo un esfuerzo para que estuviésemos cómodos, aún cuando había un grupo de música que estaba cantando en directo con el volumen a todo trapo que impedía la conversación; y en otra ocasión encontramos un restaurante asiático cuya cena fue muy correcta y además barata.
Para seguir con el carácter de los rusos, todos los días teníamos que pasar grandes controles de seguridad al entra al circuito. Todo el personal acreditado pasaba los controles, lo que era un suplicio porque además no servían de mucho. No dejaban pasar cosas como herramientas, con lo cual tenías que discutir diciendo que las necesitabas para trabajar y después de un tira y afloja conseguías pasarla. En el caso de las mujeres tampoco les dejaban pasar lacas, colonias, desodorantes, etc y lo mismo después de discutir lo conseguías meter. Y el caso más gracioso era cuando te prohibían meter todo tipo de comida al recinto. Y allí llegábamos nosotros con comida para cuarenta personas. La pasabas por el scanner, los militares la miraban con cara de incredulidad y el primer día dijeron algo pero cuando les dijimos que no la íbamos a dejar allí y que la íbamos a pasar se quedaron sin saber que hacer y la conseguimos pasar. El resto de días nos limitábamos a pasarla por el scanner y pasarla sin darles pié a que dijesen nada.
 Otra anécdota de los controles de acceso me ocurrió con mi reloj. Al pasar el control tenias que demostrar que los teléfonos, walkies o cualquier instrumento que llevabas funcionaba, luego te miraban la acreditación te la ponían junto a la cara y comprobaban que eran la misma persona, pasabas el arco y continuabas. Eso en el mejor de los casos. En mi caso uno de los militares se encaprichó de mi reloj y pretendía que me lo quitase y se lo diese. A lo cual me negué. Hice pasar varias funciones para que viese que funcionaba pero insistía en quedárselo. El lo pedía en ruso y yo me negaba en castellano, total no nos íbamos a entender de ninguna manera. El volumen subía y yo me negaba, así que al final continué mi marcha y el ruso se quedo sin reloj. 
Al otro lado estaba un compañero de DHL que me dijo que con el también lo había intentado y que tampoco le había dado el reloj, pero que había visto como a otros si se lo habían quitado. Conmigo lo intentaron otro día pero tampoco lo consiguieron.
Y para terminar con aventuras con la policía rusa, un día iba camino del circuito con el coche por la carretera habitual. Al final de un tramo me para un policía haciéndome ver que iba en dirección prohibida. Le respondo que no que es el camino que marcan los carteles hacia el circuito y el insiste en que  no. Así estamos un rato. El que no habla ni inglés ni castellano y yo que no hablo ruso, el dialogo es de besugos. Hasta que finalmente le muestro mi acreditación, el cartel que señala el circuito, le hago entender por gestos que es tarde y visto que no iba a conseguir sacarme nada me deja continuar la marcha.
Así era el día a día ruso. Una constante lucha contra los elementos y las circunstancias. La verdad es que fue difícil.
Ya en lo que se refiere al circuito en sí la verdad es que las instalaciones eran bastante cómodas para trabajar, el TVcompound quedaba un poco alejado del paddok pero nada del otro mundo.
Nada más llegar por primera vez al circuito nos perdimos, y como el que conducía era nuestro editor Miguel y nos encontramos justo delante de una de las entradas a la pista, decidimos dar una vuelta a la misma.
 Este circuito nos recordaba a una mezcla de otros; tenía un toque al urbano de Valencia, había zonas que recordaban a Korea, alguna curva a Estambul, la grada era muy similar a Montmelo. Era una mezcla de varios y en opinión de nuestros expertos Joan Villadelprat y Dani Clos con quienes también dí una vuelta al circuito es una pista exigente para el piloto. 
 Y para ir concluyendo tres imágenes.
 La primera y para no solo destacar aspectos negativos de los rusos, una foto de mi compañero Troyano de las PitBabes de Rusia. No se como lo hizo porque yo estuve mucho tiempo en el paddok y no conseguí verlas. Todas altas, rubias y muy guapas. Este es el prototipo de las rusas, mujeres muy guapas a las que un carácter más dulce no les vendría nada mal. 
 La segunda la prueba de que conseguí el reto que para esta carrera  me había marcado nuestro realizador Albert Palau. Me había pedido conseguir unos neumáticos para poder “vestir” un poco nuestros sets en el paddok.
Ya me habían dicho que era muy complicado conseguirlos ya que pertenecen a los equipos y no los suelen prestar. Pero está claro que si me dan una pequeña pista de con quien tengo que hablar, vas y le explicas lo que quieres y para que lo quieres es más fácil lograrlo. Así que con un poco de persuasión logré el objetivo y fui nombrado empleado del GP ;-)  Otros compañeros dicen que lo que estoy intentando es robar un coche pieza a pieza y que he comenzado con las ruedas jejejeje.
 Y la tercera es la celebración del título de constructores del equipo Mercedes que consiguieron en esta carrera. Durante la celebración estuve echando una mano a Iker y María además de los ENG y en un momento que ya estaba todo un poco más calmado conseguí sacar una foto de la efeméride.
Esto nos sirvió de entrenamiento para lo que se avecina el día que unos de los dos pilotos del equipo Mercedes se proclame campeón del mundo. Una locura. Aún recuerdo cuando Vetel se proclamó campeón del mundo en 2010 en Abu Dhabi, la vorágine que viví junto con mi compañero Alvarito. Todavía recordamos algunas anécdotas de aquel día.
Espero que este año estemos a la altura y ofrezcamos una buena cobertura mediática.
El primer GP ruso ya se ha terminado y ahora dos semanitas de descanso que las necesitamos para el final de la temporada. EEUU, Brasil y Abu Dhabi nos esperan para poner punto y final a la temporada 2014.