Ya solo nos queda uno. Un Gran
Premio para terminar la temporada.
En la carrera de Brasil llevábamos
un mes exactamente fuera de casa y se ha notado mucho. Parece un error de
principiantes a estas alturas de la temporada el quedarse una semana más de lo
debido fuera de casa. Pero a priori era buena idea ya que después de México volver
a casa para pocos días después volver a atravesar el Atlántico no parecía la
mejor opción y si quedarnos en la Riviera Maya a desconectar unos días al sol.
Pero a todos se nos ha hecho dura esta semana. Quizá también se hayan sumado
unos cuantos factores que han hecho que todo se haya complicado un poco. Pero
bueno de esta también hemos salido.
Llegábamos a Sao Paulo desde Cancún
con escala en México DF y el viaje no fue precisamente de los mejores que he
tenido. Ya me habían hablado de la compañía con la que volábamos y no precisamente
bien, y efectivamente no defraudo la TAM brasileña. El avión en el que viajamos
no era de lo más moderno que digamos. Los asientos estrechos y si encima te
toca una señora al lado que no para quieta ni un solo minuto de las ocho horas
de vuelo y que te está constantemente golpeando, pues se puede convertir en un
pequeño infierno. Menos mal que llegamos el martes por la mañana a Sao Paulo y
ese día no teníamos que ir al circuito y podíamos aprovechar a descansar y en
mi caso a terminar de recuperarme de mis males de estomago que me habían pillado
en México. Total un día en el que salí del hotel para ir a comer algo ligerito,
dar un pequeño paseo por el centro comercial que teníamos frente a nuestro hotel
y ver que este año por el cambio de divisa las cosas estaban relativamente
baratas, así que nos citamos en otra ocasión para dar una vuelta y hacer alguna
pequeña compra.
Así transcurrió el día off,
descansando ya que el miércoles teníamos que ir al circuito a mediodía a
empezar a ver que había cambiado este año. El trayecto de nuestro hotel al
circuito puede variar desde los veinticinco minutos a la hora y media, así que
cuando llegamos ya era casi la hora de comer. Visita a las nuevas instalaciones
del paddock que por fín después de muchos años hemos visto como las obras habían
comenzado y empezar a pedir permisos para instalarnos y ocupar parte del
pasillo central.
Jornada tranquila dentro de lo
que cabe y además acompañada de buen tiempo como fue el resto de la semana. Al día
siguiente comenzábamos en directo y había que seguir con el protocolo de todas
las semanas, en esta ocasión un tanto alterado por una serie de decisiones que
no conseguí entender, pero bueno al final siempre está el mago de la tele que
hace que todo salga más o menos bien. A mí me tocó “sufrir” toda la semana con
nuestro querido Roberto Merhi, que en esta carrera tampoco competía en el
monoplaza y nos acompañó con sus comentarios y opiniones, una dura labor que
alguien tenía que llevar a cabo. Lo cierto es que a pesar de todo me reí mucho
estos días con él y con todas las aventuras que te va contando.
El resto de días fueron todos más
o menos tranquilos para mi, pude hablar con mucha gente, conocer nuevos
miembros de la familia de la F1, conocer motivos de ciertas decisiones tomadas
a finales de 2012 que no entendía y que a pesar de que por fin me las han explicado,
aún me siguen pareciendo extrañas, pero al final a cada uno el tiempo le pone
en su sitio y así creo que va a ser, en definitiva esta semana si que he “padokeado”
un poco más de lo habitual y la verdad es que ha sido muy productivo. Conoces gente
que resulta ser muy interesante, gente que estaba ahí pero que no había surgido
la oportunidad de conocer y que al final merece la pena.
Dentro de mis quehaceres
habituales me tocó nuestros paseos por el paddock con Carlos Sainz y Tabatha
Valls. Se va acercando el final de temporada y la complicidad es cada vez
mayor. Hasta el punto de que ya estamos empezando a dar forma a nuestro final
de temporada. Los tres tenemos pensado un final de año que va a ser muy
gracioso y a falta de concretarlo in situ en Abu Dhabi, lo cierto es que cuando
ciertas mentes se ponen a pensar puede dar miedo el resultado ;-)
También es cierto que al igual
que nosotros tenemos algo en mente, creo que algunos de mis compañeros también tienen
algo en su cabeza. Últimamente no hacen más que grabar planos nuestros
charlando, riéndonos, de paseo, contándonos maldades etc etc. Ya les he dicho
que esas imágenes al igual que algunas que han mandado de Madrid de los test de
Jerez a principios de año, tienes que pasar mi censura. Todos me dicen que no
tienen ningún fin malicioso, pero conociéndonos creo que algo están maquinando
y no me gusta nada. Más que nada porque cuando salgo en pantalla en por pura
necesidad, no me gusta nada salir, pero cuando te graban y no viene a cuento y
ves imágenes tuyas por ahí y con la mente retorcida y creativa de algunos, pues
la verdad hace que tema que mi maldad va a ser correspondida por alguna otra de
parte de mis compañeros.
Bueno todo sea por el espectáculo
y por reírnos un poco.
Y como punto final a esta carrera
volvimos a tener una celebración de cumpleaños. En las últimas carreras siempre
hay algún integrante del equipo que cumple años y en esta ocasión le tocaba a
nuestro querido Joan Villadelprat, de quien yo personalmente solo tengo buenas
palabras para él. Siempre está de buen humor, siempre que le preguntas algo se
desvive por explicártelo para que lo entiendas, siempre tiene palabras de ánimo
para todo el mundo, se nota sus ocupaciones previas dirigiendo grupos de gente.
Aparte de felicitarle dentro del
tvcompound, le quisimos hacer un pequeño homenaje en la despedida del programa entregándole
una tarta con las correspondientes velitas de cumpleaños. Y ahí estaba Roberto
Merhi dispuesto a hacernos reír a todos amenazando con que la tarta no fuese a
nuestros estómagos sino más bien a la cara de Joan. Todos contuvimos la
respiración, pero al final la sangre no llegó al rio y nos pudimos reír y
disfrutar de la tarta.
Así terminaba otra semana más de
carreras. Ya todos soñando con volver a casa y cargar pilas para la última
carrera del año. Carrera que normalmente suele ser más bien distendida ya que
toda la familia nos despedimos no sabemos muy bien si hasta el año próximo, si
hasta unas semanas después o si es para mucho más tiempo. Nadie lo sabe así que
por si acaso aprovechamos a despedirnos y dar las gracias a la gente por el
trato dado y recibido.
Yo este año especialmente voy a
tener más gente de la que despedirme. Hay algunos ya confirmados que no
volverán, otros están en dudas, otros cambian de casa. Y especialmente este año
yo voy a dar las gracias a ciertas personas que han hecho que mi trabajo me
haya resultado ciertamente sencillo por todas las facilidades que me daban.
Así que será una semana bastante
emotiva, pero lo que es seguro es que lo pasaremos muy bien.
En breve a por la carrera número
73, la cien está cada vez más cerca.